Resumen:
En el periodo 2009-2018 la incidencia anual media de nuevos diagnósticos de VIH en la región de Murcia ha sido de 73,7 casos por millón de habitantes. En 2009-2011 la incidencia anual media fue 81,9 casos por millón de habitantes. De 2012 a 2014, la incidencia descendió a 63,7 casos x106 habitantes y en los últimos cuatro años la incidencia anual media ha vuelto a aumentar a 73,6 casos por x106 habitantes. En 2018 se han registrado en la Región de Murcia 114 nuevos diagnósticos de VIH, el 3,5% de los registrados en España. La incidencia de nuevos diagnósticos de VIH en la Región ha sido inferior a la incidencia media de España en todo el periodo estudiado. Sin embargo, en el último cuatrienio la incidencia regional ha aumentado de nuevo y se aproxima a la estatal, que desciende lenta pero progresivamente, siendo ambas superiores a la incidencia media en los países de la EU/EEA (62 casos por millón de habitantes en 2017). La incidencia anual de casos de VIH atribuidos a relaciones heterosexuales tanto para hombres como para mujeres muestra un descenso hasta mitad del periodo con una estabilización posterior e incluso un ligero aumento. Por el contrario, la incidencia anual en hombres por transmisión entre HSH durante el periodo 2009-2018 no sólo no disminuye sino que presenta un aumento estadísticamente significativo (p < 0,01). Ha habido un claro predominio de los nuevos diagnósticos de VIH varones durante todo el periodo (82%), con una razón de incidencia de nuevos diagnósticos hombre/mujer entre 4 y 6,8 para el periodo 2013- 2018, mayor que en el periodo 2009-2012. Por grupo de edad, la mayor incidencia tanto en hombres como en mujeres se produce en el intervalo de 25 a 39 años siendo la incidencia en hombres adultos entre 3 y casi 11 veces superior a la incidencia en mujeres según el grupo de edad. Desde el año 2015 no se ha diagnosticado en la Región ningún caso en menores de 15 años. La mayoría (88,2%) de los nuevos diagnósticos de infección por VIH en el periodo son atribuibles a transmisión sexual. En los varones, el 61,2% se atribuyen a transmisión entre HSH, un 27,1% a transmisión heterosexual y un 4,6% a PID, mientras que en las mujeres el 87,8% de los casos son atribuibles a transmisión heterosexual y un 5,1% de casos a PID. El resto corresponde a transmisión materno-infantil (0,3% en varones, 2,6% en mujeres) o categoría de transmisión "otra/desconocida" (6,7% y 4,6%). El 65% de los casos de nuevo diagnóstico de VIH en 2009-2018 son españoles y un 34,4% extranjeros, desconociéndose el dato en el 0,6%. En el último cuatrienio (2015-2018) el porcentaje de españoles es 63%, similar al del conjunto del decenio. En los casos de nuevo diagnóstico de VIH en la Región de Murcia en el periodo 2009-2018 la prevalencia global de co-infección con virus de hepatitis C es de 5,4% (la mayoría de estos casos atribuibles a PID) y la prevalencia global de co-infección con virus de hepatitis B es de 6,0% (prácticamente todos estos casos atribuibles a transmisión sexual) El Diagnóstico Tardío (DT) sigue representando un problema importante en la Región. En el periodo 2009-2018 el DT se mantiene por encima del 50%. El diagnóstico tardío se asocia especialmente con la mayor edad, la transmisión heterosexual y PID y en casos extranjeros. En el último cuatrienio (2015-2018) presentaron diagnóstico tardío el 51,4% de los casos varones y 61,2% de los casos mujeres, observándose un incremento del DT con la edad que va del 30% en los casos de 20-24 años a un 71-72% en los casos de 50-59 años. Este elevado grado de diagnóstico tardío de infección por VIH sigue indicando la necesidad de intensificar y focalizar las campañas de promoción de la salud y prevención del VIH en función de las características de la epidemia en la Región. Mejorar el acceso a la prueba del VIH y ampliar su realización en la práctica asistencial permitirían normalizar la prueba y beneficiaría a las personas que tienen una baja percepción del riesgo de infección, especialmente a las que mantienen relaciones sexuales no protegidas. Respecto al sida, se ha ralentizado en los últimos años la tendencia descendente iniciada tras la introducción de los tratamientos antirretrovirales de gran actividad a mediados de la década de 1990. En los cuatro últimos años (2015-2018), la tendencia descendente de la incidencia de sida en la Región se ha interrumpido y estabilizado en cifras algo superiores a las de España.