Resumen:
En el periodo 2009-2012, la incidencia regional de nuevos diagnósticos de VIH se mantiene relativamente estable e inferior a la media estatal, mientras que desde 1999 la incidencia de Sida es semejante a la nacional, superándola en los dos últimos años. Tanto la infección por VIH como el Sida, afectan principalmente a varones (80% hombres y 20% mujeres), a personas jóvenes o de edad media (mediana de edad de 36 años en los nuevos diagnósticos de VIH y 41 años en los casos de Sida en el periodo 2009-2012) y de procedencia española (dos tercios españoles y un tercio extranjeros). En ambos sexos, la mayoría de los nuevos diagnósticos de infección por VIH son atribuibles a la transmisión sexual (87%). En los varones, 5 de cada 10 se atribuyen a la transmisión homo/bisexual y 3 de cada 10 a relaciones heterosexuales. La categoría de transmisión homo/bisexual está más presente entre los más jóvenes: 7 de cada 10 nuevas infecciones en el grupo de edad de 20-24 años. A partir de los 30 años de edad, la transmisión heterosexual supera a la homo/bisexual. El Diagnóstico Tardío (DT) representa un problema importante en la Región: en el periodo 2009-2012 más del 50% de los casos presentan, en el momento del diagnóstico, una cifra de linfocitos CD4 inferior a 350/l, es decir, eran ya individuos con recomendación de tratamiento antirretroviral. El DT afecta especialmente a los individuos de mayor edad y a la transmisión heterosexual: la mitad de las infecciones diagnosticadas en mayores de 30 años y 6 de cada 10 infecciones atribuidas a transmisión heterosexual se diagnostican tardíamente. Durante el periodo 2009-2012, la mayoría de los nuevos diagnósticos de infección por VIH en la Región se producen en españoles, si bien 1 de cada 3 nuevos diagnósticos se ha realizado en extranjeros. Tanto para los nuevos diagnósticos de infección por VIH como de Sida, las personas extranjeras presentan algunos rasgos diferenciadores frente a los españoles: hay una mayor proporción de mujeres y predomina la categoría de transmisión heterosexual. En relación al DT, no se detectan grandes diferencias respecto a los españoles en los nuevos diagnósticos de infección por VIH (las personas infectadas más recientemente). Sin embargo se observa un mayor DT entre los casos de Sida extranjeros (aquellos que se infectaron hace 10 años o más). El elevado grado de diagnóstico tardío de infección por VIH pone de manifiesto la necesidad de intensificar y focalizar las campañas de promoción de la salud en función de las características de la epidemia en la Región. Mejorar el acceso a la prueba del VIH-muy especialmente a las pruebas rápidas-, ampliar su realización en la práctica asistencial incluyéndola en todos aquellos protocolos asistenciales con criterios de recomendación y extender los puntos de diagnóstico anónimo, permitirían normalizar la prueba y beneficiaría a las personas que tienen una baja percepción del riesgo de infección, especialmente a las que mantienen relaciones sexuales no protegidas. Por otro lado, las personas extranjeras infectadas por el VIH y las enfermas de Sida, parecen presentar características diferenciadoras respecto a los españoles. Esto evidencia la necesidad persistente en la Región de diseñar campañas educativas que contemplen la diversidad cultural en aras de una mayor efectividad en el uso del preservativo y las medidas terapéuticas. Además, el grado de retraso diagnóstico que presentan evidencia que es imprescindible implementar medidas dirigidas a facilitar el acceso a la prueba y, al posterior seguimiento y tratamiento, si fuese necesario, ya que se identifican como un grupo actualmente muy vulnerable por el riesgo de exclusión del sistema sanitario.