Vigilancia Epidemiológica del VIH/SIDA de la Región de Murcia. Actualización a 30 de junio de 2018

Abstract

En el periodo 2009-2017 la incidencia anual media de nuevos diagnósticos de VIH en la región de Murcia ha sido de 71,8 casos por millón de habitantes. En 2009-2011 la incidencia anual media fue 81,4 casos por millón de habitantes.De 2012 a 2014, la incidencia descendió a 62,3 casos x106 habitantes y en el último trienio la incidencia anual media ha vuelto a aumentar a 70,7 casos por x106 habitantes. En 2017 se han registrado en la Región de Murcia 114 nuevos diagnósticos de VIH, el 3,2% de los registrados en España. La incidencia de nuevos diagnósticos de VIH en la Región ha sido inferior a la incidencia media de España en todo el periodo estudiado. Sin embargo, en el último trienio la incidencia regional ha aumentado de nuevo y se aproxima más a la estatal, siendo ambas superiores a la incidencia media en los países de la UE/EEA (59 casos por millón de habitantes). La evolución de la incidencia de nuevos diagnósticos de VIH es diferente según modo de transmisión. En los casos atribuibles a transmisión heterosexual la tendencia es descendente (en hombres y en mujeres) hasta 2016 al igual que entre los nuevos diagnósticos en personas que se inyectan drogas (PID). Sin embargo, entre los casos en hombres que mantienen relaciones sexuales con otros hombres (HSH) la incidencia no disminuye en los últimos años sino que presenta un aumento hasta 2016. En 2017 la incidencia en hombres por transmisión entre HSH se estabiliza, aunque manteniéndose superior al resto de categorías y la incidencia por transmisión heterosexual en hombres y mujeres aumenta con respecto al año anterior. Ha habido un claro predominio de los nuevos diagnósticos de VIH varones durante todo el periodo con porcentajes en torno al 80%. Por grupo de edad, la mayor incidencia en hombres se produce en aquellos entre 25 y 34 años y en mujeres en las de 30 a 34, siendo la incidencia en hombres adultos entre 3 y casi 10 veces superior a la incidencia en mujeres según el grupo de edad. Desde el año 2015 no se ha diagnosticado en la Región ningún caso menor de 15 años. La mayoría (88,7%) de los nuevos diagnósticos de infección por VIH en el periodo son atribuibles a transmisión sexual. En los varones, el 60,9% se atribuyen a transmisión entre HSH, un 28,2% a transmisión heterosexual y un 4,4% a PID, mientras que en las mujeres el 87,1% de los casos son atribuibles a transmisión heterosexual y un 5,6% de casos PID. El resto corresponde a transmisión materno-infantil (0,3% en varones, 2,2% en mujeres) o categoría de transmisión otra/desconocida (5-6%). El 65% de los casos de nuevo diagnóstico de VIH en 2009-2016 son españoles y un 34,5% extranjeros, desconociéndose el dato en el 0,4%. En los casos de nuevo diagnóstico de VIH en la Región de Murcia en el periodo 2009-2017 la prevalencia global de coinfección con virus de hepatitis C es de 5,7% (la mayoría de estos casos atribuibles a PDI) y la prevalencia global de coinfección con virus de hepatitis B es de 6,1% (prácticamente todos estos casos atribuibles a transmisión sexual) El Diagnóstico Tardío (DT) sigue representando un problema importante en la Región. En el periodo 2009- 2017 el 51,3% de los casos de nuevo diagnóstico de VIH presentaban diagnóstico tardío y la cifra se mantiene más o menos estable en el periodo con un aumento en el último año. El diagnóstico tardío se asocia especialmente con la mayor edad, la transmisión heterosexual y PID y en casos extranjeros. Este elevado grado de diagnóstico tardío de infección por VIH sigue indicando la necesidad de intensificar y focalizar las campañas de promoción de la salud en función de las características de la epidemia en la Región. Mejorar el acceso a la prueba del VIH y ampliar su realización en la práctica asistencial permitirían normalizar la prueba y beneficiaría a las personas que tienen una baja percepción del riesgo de infección, especialmente a las que mantienen relaciones sexuales no protegidas. Respecto al sida, se ha ralentizado en los últimos años la tendencia descendente iniciada tras la introducción de los tratamientos antirretrovirales de gran actividad a mediados de la década