Vigilancia epidemiológica del VIH/SIDA en la Región de Murcia. Actualización a 30 de junio de 2016

Abstract

En el período 2009-2015 la incidencia de nuevos diagnósticos de VIH en la Región de Murcia muestra un descenso hasta 2013 y un ligero incremento en los últimos dos años. La incidencia regional es inferior a la media del conjunto estatal para todo el período observado, aunque algo superior a la incidencia media de los países de la UE/Europa Occidental. En cuanto a casos de Sida, continúa la tendencia descendente iniciada a mitad de los 90, ralentizándose en los últimos años. La vía sexual constituye el tipo de transmisión más importante (del 81% al 90% de los casos según año de estudio). La mayor parte de los nuevos diagnósticos de VIH se producen en hombres (81% en el período), siendo las personas entre 20 y 39 años quienes presentan una mayor incidencia y la transmisión en hombres que mantienen relaciones sexuales con hombres (HSH) la categoría de transmisión mayoritaria, seguida por la heterosexual. En hombres, en torno al 60% de los casos son atribuibles a transmisión entre HSH y el 28% a transmisión heterosexual. En mujeres el 89% son atribuibles a transmisión heterosexual. Por tanto, la prevención de la transmisión en HSH, especialmente en jóvenes, continúa siendo un objetivo prioritario para los programas de prevención además del resto de medidas de prevención poblacional. Pese a que los nuevos diagnósticos de VIH relacionados con el uso de drogas inyectadas suponen un porcentaje pequeño en la Región (5% tanto en hombres como en mujeres), en ellos persiste un elevado grado de coinfección con el virus de la hepatitis C. La reciente aparición de nuevas terapias más efectivas para el tratamiento de la infección por VHC ha permitido mejorar el difícil abordaje terapéutico en estas personas. El Diagnóstico Tardío (DT) es un problema muy importante en la Región ya que cerca del 50% de los nuevos diagnósticos de VIH en 2009-2015 se diagnostican de forma tardía. El DT es mayor en los casos por transmisión heterosexual, en mujeres, extranjeros y población de más edad. Estos datos demuestran la necesidad de promocionar y mejorar el acceso a la prueba de VIH. En los últimos años se ha propuesto por parte del Ministerio de Sanidad la oferta de la prueba para VIH de forma rutinaria en atención primaria a población general de 20 a 59 años sexualmente activa sin sospecha de infección por VIH o Sida, a las que se les haya indicado una extracción de sangre por cualquier motivo y que nunca se la hayan realizado previamente. Aunque inicialmente esta recomendación se restringía a aquellas regiones con mayores tasas de incidencia poblacional, estos criterios se han revisado recientemente y actualmente se recomienda extender esta oferta a todo el territorio nacional al menos una vez en la vida en la población en el grupo de edad sexualmente activo. Ésta es una estrategia más de prevención que, junto con la ampliación de la oferta de pruebas rápidas, los puntos de diagnóstico anónimo y la oferta dirigida a poblaciones más vulnerables y/o expuestas, contribuiría a normalizar la prueba diagnóstica. De esta forma se puede disminuir la proporción de personas no diagnosticadas, facilitando el seguimiento y tratamiento precoz, especialmente de aquellas que tienen una baja percepción de riesgo y mantienen relaciones sexuales sin protección.